En la era digital, el uso de WhatsApp ha trascendido el ámbito personal para convertirse en una herramienta esencial también en el entorno profesional. No es raro que trabajadores reciban comunicaciones importantes de la empresa, como mensajes, llamadas e incluso notificaciones oficiales, a través de esta popular aplicación de mensajería instantánea. WhatsApp no solo facilita la comunicación rápida y efectiva entre colegas y superiores, sino que también se ha consolidado como un medio clave para la transmisión de información en el ámbito laboral. Desde cambios de horario hasta notificaciones sobre normativas nuevas, esta plataforma juega un papel crucial. En algunos casos, incluso ha sido determinante en decisiones críticas como despidos.
Caso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Un ejemplo reciente que ilustra la relevancia de WhatsApp en el entorno laboral es el recurso de apelación 17/2024 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. En este caso, se debatía la naturaleza del despido de un empleado, y entre las pruebas presentadas se incluían capturas de pantalla y fotografías de conversaciones de WhatsApp. Sin embargo, el tribunal decidió desestimar estas pruebas. El tribunal argumentó que dichas capturas de pantalla no podían considerarse documentos válidos para efectos de suplicaciones. A pesar de las reticencias mostradas en este caso, existen situaciones en las que las conversaciones de WhatsApp han sido aceptadas como pruebas válidas en procesos judiciales. Esto ocurre especialmente cuando: • La prueba es difícil de obtener por otros medios (por ejemplo, en el caso de empleados del hogar). • No hay cuestionamientos sobre la autoría, autenticidad o contenido de las conversaciones. • Una de las partes involucradas reconoce la veracidad de los pantallazos.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid destaca la necesidad de reevaluar el carácter documental de las comunicaciones digitales, incluyendo correos electrónicos y mensajes de WhatsApp. Aunque hay avances hacia la digitalización en la justicia, todavía existen reservas sobre la aceptación de todas las formas de comunicación digital como pruebas documentales fiables.
La reciente sentencia del TSJM reabre el debate sobre el uso de documentos digitales en los tribunales, particularmente en los recursos de apelación. Esto sucede en un contexto donde la justicia sigue avanzando hacia la digitalización, pero aún enfrenta desafíos en la integración completa de pruebas digitales. En definitiva, la autenticidad y la integridad de estas pruebas siguen siendo cruciales para su aceptación en los procedimientos judiciales.